Hoy tengo un historia de esas que hay que contar. Hace un año leí una entrada en Facebook del fotógrafo Fran Russo en la cual explicaba que su mujer estaba de parto y estaba en plena Boda. Pedía a ver si algún compañero le podía atender en su Boda porque tenía que irse corriendo para estar con ella. Nada más leerlo no dudé en ningún momento ponerme en contacto con el e ir en su búsqueda. Todo salió bien, tuvo a su hijo en Granada y yo tuve el placer de estar con Amanda y Lolo en su gran día. A raíz de todo esto, Fran tuvo el detalle de pagarme la Boda e invitarme a uno de sus seminarios. En el conocí a Rubén, un fotógrafo como yo el cual iba buscando lo mismo que yo. Fran dijo a todo el mundo que yo había hecho una de sus Bodas y que los novios y familia quedaron encantados, con lo cual todo el mundo se giró a verme. Ese día supe que algo dentro de mi había cambiado, ya no era uno más, había obtenido una especie de «caché fotográfico» y no me podía permitir el lujo de bajar ni medio peldaño, solo superarme cada día un poco más. Nadie es mas que nadie ni nadie es menos que nadie, tu eres tu y tienes que sacar el arte que tienes dentro, tienes que ser fiel a lo que eres y lo que sientes y eres capaz de hacer el trabajo de cualquier fotógrafo de renombre Mundial. Y es por ello que Rubén me contactó, nos entrevistamos por Skype con su futura esposa Jana y firmaron conmigo. Nunca me he considerado una persona religiosa, más bien todo lo contrario, pero he de afirmar que si en la vida das y te ofreces a ayudar, más tarde o temprano te será devuelto. O no, pero la recompensa es inmediata.
Os dejo con la preboda de Jana y Rubén en el castillo de Gibralfaro, ella Belga y el Malagueño, un cocktail de lo más interesante. Muy pronto os veo en vuestra Boda.
PD. Si me lees Fran gracias por todo, por tu seminario y por contarnos tus experiencias como persona.
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